Integración: solidaridad petrolera. Por Miguel A. Jaimes N.

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Lunes, 28/04/2014 01:24 PM 

Los temas de la política petrolera tanto como de integración son inagotables. A partir de estos salieron los principales y diferentes esquemas de unificación propuestos desde la nueva visión política venezolana iniciada a partir de 1999. Las nuevas trazas y leyes pudieron permitir una nueva fórmula hacía en la entrada del financiamiento internacional para los arcos andinos y caribeños, pues en las inversiones un buque petrolero con solo navegar de un océano a otro incrementa su precio para el próximo puerto. Por eso los trueques del desarrollo no estarán sujetos a los acostumbrados anuncios de las formulas neoliberales, pues sin dudas que el distinto valor de ocurrencias de las monedas serán sociales pues estarán inspiradas dentro de un evento alternativo y adicional sobre aquellos países que obtendrán parte de sus ventajas comparativas y competitivas apostando hacia el sistema petrolero del ganar—ganar.

Los primeros en asistir y que han sido llamados a esta mesa del desarrollo son el Alba-Tcp, (Alternativa Bolivariana para nuestra América, Tratado de comercio de los pueblos) siguen en la presentación PetroAmérica y a partir de allí se desprendieron en los principalísimos puestos: Petrocaribe, la moneda virtual de intercambio; El Sucre, el Mercado Común del Sur (Mercosur) integrado desde Argentina hasta Brasil, Paraguay y Venezuela, más los Gasoductos Abreu de lima (Brasil), Antonio Ricaurte (Colombia) y las refinerías Camilo Cienfuegos en Matanzas (Cuba), Montego Bay (Jamaica) y la de República Dominicana. Esto no es poco para que Venezuela se abra hacia los nuevos esquemas de integración.

Los levantes caminos integracionistas caminan lo subregional, llevandolos desde los inicios de los días de diciembre del 2011 al desarrollo de la III Cumbre de América Latina y el Caribe (Calc) celebrada en la capital venezolana con intervención directa del entonces presidente Hugo Chávez Frías, quien hizo la propuesta para la creación de un área económica de complementariedad financiera, acompañada de un fondo muy poderoso el cual fue creado bajo el amparo de un gran proyecto nacido en junio de 2005 y conocido por todos a estas alturas con el código: Petrocaribe. Esta misma iniciativa acaban de conformar una entidad financiera para estas islas del Caribe.

El gran enchape sucedió ante los mandatarios y representantes de 33 naciones fundadoras de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La cual se apuntala como una de las mayores iniciativas comerciales y políticas en este instante del mundo.

Posteriormente los cambios llegaron hasta los jefes de Estado y representantes de los 18 naciones miembros plenos de Petrocaribe. Este mecanismo permitió un ahorro de 2.730 millones de dólares para sus naciones en suministro petrolero lo cual no podemos menos que describirlo como mera economía bolivariana internacional.

Este importante paso de la creación del Banco de Petrocaribe, impulsa una entidad financiera surgida para avanzar más allá del petróleo, exactamente hacia una zona económica. Comercialmente y a la vista de todos es un fondo, una Entidad bancaria, sementada sobre la base de estrenos desarrollados desde la formula Petrocaribe. Este crecimiento de nuevos espacios aumentados con la fachada de las grandes oportunidades están sobre la base de una cooperación para la integración y hacía defensa de una región que fue muy desprotegida.

De esta manera puede advertirse que dentro del comercio internacional el petróleo es uno de los productos energéticos con mayor relevancia, pero no solo para sustentar economías, más, esta para el mantenimiento de rentas políticas es decir la gobernanza hábil y estratégica de sociedades dentro del orden económico regional lo cual impacta más allá de otros continentes. En todo esto el principal espacio se lo lleva el comercio del petróleo el cual ha sido desarrollado con el aprovechamiento de sus diversas áreas emergentes de sus Estados involucrados hacía economías más o menos sólidas.

Por otro lado, no tan constantes por lo general son los estados que logran tener gran influencia sobre los mercados petroleros que han podido generar economías equilibrada pues el concepto «fuerte» distorsiona los bienes internacionales de la integración llevados todos a través de lugares privilegiados dentro de la constante y confusa situación económica internacional.

La integración no es la comidilla de los oportunismos económicos internacionales ni la integración es la falsa metáfora de reuniones para recibir los acostumbrados créditos impagables. La nueva se inscribe con las letras de la solidaridad petrolera venezolana.

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