MRW: La gran estafa

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Por: Miguel A. Jaimes N.  –   M sc. Ciencias Políticas

Lunes, 01/12/2008 10:04 PM

Cuando el Estado no actúa las empresas privadas abusan en los costos de los servicios. Por esta razón un sinnúmero de teorías, articulistas y grupos vinculados con la “sociedad civil” se prestan a ser voceros de quienes defienden un Estado no intromisor, apartado, que no toque el éxtasis de la competencia y no opine del acaparamiento de los servicios.

Sin duda que hablar de abusos en nuestro país es sentirse en una disyuntiva, por no saber dónde empezar. Los habitantes de nuestro país están expuestos a los más altos niveles de estafa, por parte de empresas privadas que desarrollan en nuestra nación lo que quieren. Ojo, en sus países de origen, están controladas de cualquier aumento desmedido.

En Venezuela se corrió el riesgo de colocar los servicios de encomienda en manos de únicos representantes internacionales, quienes, por impulso sienten que es necesario subir los costos sin ninguna sensatez gerencial. ¿Que estrategias o justificación han utilizado los dueños de estas empresas,  como MRW, para aumentar los precios de sus servicios en más de un cien por ciento?

El peligro que se corre al dejar en manos de capitales internacionales las necesidades de las comunicaciones de envió, dueños de inescrupulosas transnacionales, calculadores, representantes de la gerencia explotadora. Con un Estado tímido en la prestación de sus servicios y tratando de enfrentar solo, localmente a empresarios devoradores en sus cálculos de sueño inflacionario.

Por un momento imaginémonos que el precio del combustible subiese, esto sería un Irak con todo el respeto que me asiste por mis hermanos del Medio Oriente y que hoy ningún país del mundo sufre el más grave exterminio al que están siendo sometidos.

Si el combustible subiese entraríamos en el escenario ideal para los representantes de estas grandes corporaciones en nuestro país. Estas transnacionales no saben resolucionar lo que ha significado para ellos la toma o control de un gran mercado con el aumento excesivo de sus servicios.

Servicios que diariamente generan exorbitantes ganancias por el control excesivo que tienen sobre el mercado y al contrario de bajar el precio del servicio como les enseñan y practican en sus países de origen, aquí el experimento es al revés, es subir el costo de la prestación manteniendo los mismos costos de servicio.

Así tenemos que a lo largo de todos los tiempos, quienes manejan el comercio y mercado perfeccionan discursos fundados en el terror discursivo. El terror del desabastecimiento, terror en que la materia prima escasea, terror empresarial, terror anunciando que todo sube y el más bajo de todos: terror de que el gobierno no les apruebe dólares.

En nuestro país cancelamos servicios que en nada se justifican sean tan altos. Si no, veamos las cadenas bajas y medias de los negocios que independientemente ofrecen servicios, es decir el plomero, el albañil, el señor que lava vehículos, los viésemos con enormes carros o suntuosas casas y no es así, es el precio del mercado regido por patrones internacionales de costos, son los servicios calculados con los precios del trasporte y la inflación de otros países, donde sus Bancos Centrales están estrangulados por nocivas tendencias de mercado. Si no creen esto, vean la caída diaria de las Bolsas.

Las Bolsas del mundo caen por la explotación y control de mercados basados en grandes propagandas, donde impera la especulación y la estafa, han crecido porque se saben muy bien la clave de las necesidades que han enseñado  a partir de la utilización de los servicios. Por la especulación desmedida de todos estos años sus economiza están en rojo.

Nuestro país no debe entrar en estos cálculos maquillados, si no, observemos los avisos de un metro cuadrado que exhiben en sus vidrieras y entradas de sus empresas, señalando la mora con el IVSS o con el INCES, no les pagan a sus empleados ni  respetan la Ley de Política Habitacional.

Con esto no me importa entrar en la absurda lista de los desprestigiadores de la empresa privada. El tema es que los precios globalizados y con ganancias exorbitantes acompañadas de catastróficas propagandas apuntan a hacer entrar al país en una suerte de que, si no son ellos, los servicios no funcionarían

El Estado no puede dejar actuar a una sola empresa para que se abrogue casi todo el servicio de encomiendas, esto no es estratégico en la seguridad de las encomiendas. El Estado a través de sus organismos reguladores no puede seguir dando señales donde actúan sólo contra un local de los 335 municipios que tiene La República; se debe actuar contra la estructura de costos de una empresa a nivel central, y desde allí con costos reales fijar el pago a lo que se ajusta. Por el contrario, vemos decisiones muy tímidas, no por las que escuchamos, sino por las que no se toman. Tenemos grandes riesgos de no tomar medidas a tiempo.

Por otra parte el servicio de IPOSTEL ha mejorado, no como cualquier país evaluado dentro de las políticas publicas que planifica la comunicación en vía expresa. El Estado con sus organismos es débil en captar clientes, el trabajo en IPOSTEL se hace por un sueldo, no por un servicio, la imagen no cambia, menos mejora.

Cualquier experto en esta área pudiera advertir el dejar en manos de un grupo de empresarios internacionales este servicio.  ¿Acaso no ven el aumento de la cobertura? ¿como una sola empresa controla uno de los porcentajes mas altos en clientes?

¿Acaso nadie puede advertir y guiar bajo políticas de conducción lo que es estratégico y de servicio para la población?

Solo detengámonos a pensar por un momento que el actual gobierno hubiese subido la gasolina, los servicios serian inutilizables

Eso es lo que pretende la alta gerencia de estas empresas privadas que han secuestrado los servicios tan básicos de correspondencia en nuestro país.  ¿Que gerencia es ésta que invierte millones de dólares en publicidad para que luego se la saque a la población a  la hora de facturar sus servicios?

Estamos en la barbarie de los servicios y lo que se advierte es que para el próximo año habrá un  nuevo duro aumento. Estos empresarios no creen en las políticas de estabilización, en el crecimiento del Producto Interno Bruto, en la estabilización de controlan esto y que son una esforzada empresa privada las reservas, en los buenos precios del petróleo. Lo primero que dirán, es que ellos no. Gracias a Dios no están allí porque su voracidad no sería saciada.

Uno de los empeños del actual gobierno fue reducir el IVA en más de seis puntos, eliminar el Impuesto al Débito Bancario para causar un buen impacto con la disminución de estos impuestos. Todavía recordamos la mirada desesperada del Sr. Presidente, Hugo Chávez, la ultima vez cuando tanto se esforzó por desminuir el Impuesto al Valor Agregado y ver como los empresarios se comieron la rebaja de esta tributación y nada bajó en este país.

La estructura es tan enormemente especuladora que no existe control de precios que valga. Ya hasta el colmo han llegado aquellos empresarios que aún recibiendo suntuosos créditos por parte de la Banca del Estado han conseguido al descaro de aplicar como impuesto el Índice de Protección al Consumidor (IPC).  Una disposición que es para medir el proceso inflacionario la aplican como impuesto, pero bien, aquí casi nunca, por no decir nunca, vemos que pase nada.

El Estado se vuelve débil ante tanta porquería especulativa y por alguna parte se debe comenzar. Es absurdo el tener que pagar un aumento del más del 100% por el sobre básico en el servicio de MRW, siendo la empresa que más se abroga clientes en todo el territorio nacional. Las demás empresas privadas que igualmente prestan este servicio hasta ahora no han subido sus precios, entonces cómo es el control de ganancias de MRW.

Me pregunto, ¿los costos de MRW son distintos a las demás empresas de su ramo?, siendo esta la que mas cartera de clientes posee. Sin duda que esta grosería no se entiende, bueno, es que lo lógico es nunca entender las groserías de esta clase de empresas transnacionales. Me sumo a Galeano: …este mundo esta al revés…

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